martes, diciembre 08, 2009

DEBAJO DE SU ESQUIJAMA


Os hice caso. Pensé en mi vecinita de abajo tan triste, abandonada, en su cuerpo lleno de pequitas y su boca siempre medio abierta, su pelo lacio. Total, pensé, por qué no ofrecerle algo de compañía.

Así que bajé y llamé a la puerta. Ella me abrió con gesto de sorpresa. Llevaba puesto un esquijama gris, que le caía un poco grande pero que me permitía imaginar sus formas, sus pechos, bailando un poco debajo del tejido. Y esa curva del vientre. Cuánto hubiera dado por acariciar, aspirar, su pubis de pelirroja, Ah.

Pero no me pasé ni un pelo. Le ofrecí si quería tomarse una cerveza conmigo. Ella se quedó muy extrañada. "No ahora no puedo, gracias. Otro día".

Así que salí yo solo a tomarme la caña pensando en ella.

Pero dos días después, fue ella la que llamaba a mi puerta. Venía con una excusa tonta. No sé qué del desagüe. Pero ponía esa expresión de angustia, esa boca ladeada, que parece indicar tensión interior, tensión sexual. La pobre lleva muchos días sin que nadie la acaricie. Sola allá abajo. En silencio, porque nunca oigo nada.

La invité a pasar. Ella se sentó con las manos cogidas, como si fuese una colegiala. Miró a su alrededor. Porque mi piso está mucho más desordenado que el suyo. Como vivo solo, no tengo nadie para quién cuidarlo.

"Oye, perdona por lo del otro día. No sé si fui brusca. Pero es que no me esperaba que bajases". Hablamos un rato. Pero me desorienta. Parece sensual pero al mismo tiempo seria y tiesa. A veces hace gestos bruscos que me cortan. No sé si le gusta que le hable y me haga el obsequioso o no. 

Aquella noche se encendió después la luz de su cuarto de baño. Y se duchó con la ventana abierta. Podía oler otra vez ese champú que tarda horas y horas en evaporarse. ¡Dios! Cómo me la morrearía, cómo la arrastraría del cuarto de baño a la cama, cómo le abriría las piernas y me sumergería en ella.

¡Pero no me atrevo a dar el primer paso!

1 comentario:

Nuria dijo...

El mundo está lleno de oportunidades perdidas, de puertas sin abrir por miedo a qué nos encontraremos detrás. A veces es mejor lanzarse y recibir una negativa, que perder el tiempo durante semanas, meses o incluso años. No estamos para perder el tiempo. Un saludo.