viernes, octubre 02, 2009

FANTASMAS SEXUALES





A lo largo de mi vida, y desde que se me despertó el instinto sexual, he tenido diferentes imaginaciones eróticas. Es curioso, pero creo que son sorprendentemente pocas. Casi siempre las mismas. Durante un tiempo, me pajeaba pensando en las chicas que me atraían. Pero luego descubrí las situaciones. Y volvía una y otra vez a ellas para provocar mi excitación. Incluso en los momentos en que mi pito no acababa de ponerse duro del todo con una mujer.

Pero hace unos quince años se activó el geiser. Tuve una experiencia que me desconcertó y que sigo sin saber explicar. Fue un día en que me había peleado una vez más con mi pareja. Estaba en una sala de espera. Mientras ella iba a dejar unos paquetes en un almacén. De repente imaginé que allí tres hombres sucios, desagradables, malolientes, la encerraban en un cuarto, la desnudaban y le hacían literalmente de todo. La succionaban, la eyaculaban, la penetraban, la sodomizaban...

Aquella imaginación fue como una bomba. Salí de la salita y no paré hasta casa, para pelármela con urgencia. Y Dios qué chorro, qué geiser, qué manantial. Casi no tuve tiempo de apartarme y la simiente cálida y desesperada me mojó el flequillo de camino a alturas todavía más elevadas.

Estaba literalmente enfermo, poseido por aquella imaginación que no podía explicar. ¿Qué era lo que me identificaba con aquellos tres violadores? ¿Por qué aquella misma escena con otra persona me parecía repugnante y terrible pero en cambio con mi mujer me arrastraba al abismo?

Fue el verano en que tuve que quedarme con mis tres hijos y dos amiguitos en un apartamento de Andorra. Espero que no se dieran cuenta de los pajazos nocturnos que me pegaba. Pero es que no podía evitarlo.

Desde entonces, esa imaginación me sigue poniendo a mil. Sin que sepa explicarla. Sé que hay algo en ella que me hace entrar en un estado primigenio de la excitación. Como si bajara a la sala de máquinas de mi sexualidad. Allí donde nació todo. No hay tiempo, soy yo de adolescente, yo de joven, yo de adulto. Me uno con una personalidad intemporal y casi diría que transpersonal.

¿Pero quién es? ¿Por qué?

¿Cómo podría explicar a mi pareja que la follo con locura pensando en que tres maleantes la están dando por culo?

3 comentarios:

Six X dijo...

Hay cosas que no pueden explicarse, que deben quedarse dentro de cada uno; porque mostraría a los demás una faceta que debe quedar oculta, nuestra perversión, nuestra bestialidad...

Anónimo dijo...

Pues, yo tampoco comprendo ¿Por qué? cuando estoy haciendo el amor con mi pareja.. me imagino que estoy en el salón de clases, que el profesor me señala para que pase al frente, dando inicio a una clase práctica de anatomía. Me quita la ropa lentamente, me susurra delicadas guarrerias al oido y me acuesta en su escritorio.. mientras mis compañeros observan la faena de mi profe! Me pone a milllllllll...

El Fotografo dijo...

Cada cerebro es un mundo, saludos. terapiasenpareja.blogspot.com