Tengo una teoría. La naturaleza creó los gritos sexuales de la mujer para introducir un factor de violencia en el sexo. Cada vez que penetro a una de esas mujeres esteorofónicas, gimientes, que dan alaridos capaces de recorrer todo el hueco por la escalera y entrar en todos los pisos, no pienso en placer. Me parece más bien estar forzando, violando, casi matando a alguien. Casi diría que me siento incómodo.
¿A qué viene el diseño natural de esos gritos?
¿Por qué tan fuertes, tan horadantes? ¿Sirven para excitar al macho? Y si le excitan por ese factor de violencia, ¿no está la naturaleza impulsándonos a la violación?
A veces, con esas amantes cacofónicas, operísticas, añoro las mujeres susurrantes, silenciosas, que se dejan ir con un silbido de profundidad y labio vaginal. Sin tanta estruendosidad de gata nocturna.
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4 comentarios:
discrepo de ti, a mi si me gustan esos gritos de palcer
pues yo soy mujer y estoy de acuerdo contigo, gritar bajito es mucho más erótico que con alaridos.
Tener hijos ayuda mucho a coger práctica de controlar el volumen.
Siiiii....susurros roncos cerquita del oido...mmmmm
yo creo que muchas veces esos gritos pertenecen a una estética porno que se ha inculcado en algunas cabecitas, a mi por lo menos no me salen naturales
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