jueves, noviembre 23, 2006

LA MATERIA BLANCA

A ella no le gusta que la fotografíe desnuda. Creo que se pierde una situación muy especial, un erotismo de alto nivel y gran suavidad. Lo digo por experiencia propia. Un día fui de excursión con unas amigas. Yo era el único hombre del grupo. Después de caminar mucho llegamos al mar. Y allí nos bañamos desnudos. Una de ellas me preguntó si podía fotografiarme. No recuerdo una situación parecida. Mientras entraba en el agua era como si una mano invisible me estuviese acariciando. Me sentía lleno de algo aéreo pero al mismo tiempo eléctrico. No era sexual, sino de una sensualidad profunda y sutil. Nunca había experimentado nada parecido.

Cuando salí del agua aquella amiga y yo nos miramos con complicidad. Habíamos compartido algo muy pleno.

Yo lo llamo la materia blanca. Porque es como cuando echas un poco de leche en el cortado, y éste se revuelve, cambia de color y textura, se convierte en otra cosa.

Qué pena que ella no comparta esa sensación.

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