LA NARRATIVA DEL DESNUDO

El primer problema que me encontré como blogger fue narrativo. El acto de desnudar a alguien es lento, insinuante, se basa en ir descubriendo lentamente. No tiene gracia encontrarse, plas, con una mujer desnuda. Antes hay que desnudarla en la mente del lector.

Lo que me excitaba era desnudarla a ella delante de todos. ¿Pero cómo hacerlo con una estructura de narrar que va al revés?

Ahora mismo, tú lector, no entenderás nada. Porque estás leyendo en primer lugar el último capítulo. Y difícilmente irás al final para luego retroceder, que sería el orden justo. Lo mismo pasa con las fotos. Si empiezas por la foto en que tu musa está vestida, luego otra en que se quita la camiseta, luego se baja un tirante del sujetador, luego descubre los pechos, luego se desabrocha el cinturón. Hmmmm.
Pero el lector del blog lo verá de una forma aberrante. Primero la mujer desnuda, y conforme baje se irá vistiendo.

El acto de desnudar, que es la base de cualquier experimento erótico, resulta por lo tanto muy difícil. En todo caso quizás lo correcto sea presentar primero el cuerpo desnudo en su totalidad, y luego ir haciendo un zoom a sus diferentes encantos. Así, al menos, cuando el lector avance será como si fuese construyendo un puzzle con el cuerpo soñado.