jueves, mayo 04, 2006

BUSCANDO EL GOOGLE

Después de años de hacer fotos a mi musa, de guardarlas como un tesoro, y de enseñarlas sólo a algunos amigos o amigas escogidos, lo que me daba un inconmensurable placer secreto, el blog me abrió una nueva puerta. Por fin podía mostrar aquel cuerpo que idolatro y que por alguna razón extraña necesito mostrar. El blog es perfecto. Anónimo, reservado.

Recuerdo todavía cómo me martilleaba el pulso en las sienes en el momento de abrir el primer post. Cuando subí la primera imagen, bien discreta por cierto. Una foto pequeñísima de un pecho, así tal cual. Pero para mí era casi el delirio. Al darle al "subir imagen" experimenté un subidón tremendo. A partir de aquel momento todos podrían verla. En todo el mundo.

Aquella noche casi no dormí.

Pero cuando al día siguiente fui a ver el índice de visitas, me quedé decepcionado. Ni una sola.

Había que publicitarlo mejor.

Fue así como me inventé un texto, a base de colocar las palabras claves que pudiesen salir en el Google. Pecho, sexo, erótico, mujer desnuda. Pero la cosa seguía muerta. Sólo una extraña visita de ¡Singapur! Aquello me incitó a dar más. Colgué una foto del cuerpo entero de ella, sin que se le vierse la cara. Sus hombros preciosos, sus pechos, su vientre liso y erótico, su pubis alborotado.

De repente, las visitas se multiplicaron. Pero siempre en silencio, aunque hubiesen acudido 100 personas en un día, ni un comentario. Podía sentir su respiración, como una masa que observara en la oscuridad pelándosela mientras tanto. Era excitante y daba un poco de miedo a la vez.

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