SU TIA ME FASTIDIA EL COITO

Todo cambió cuando la conocí . Ella se parece tanto a la mujer ideal con la que soñaba a los 14 años… Es ella. ¡La chica de "Mi Donoussa"! La misma mirada, la misma risa, los hoyuelos. No pude hacer nada. Caí perdidamente enamorado. Pero bien-bien enamorado. Recuerdo que me invitó a cenar en su casa. Me preparó algo que estaba muy fuerte y caliente. Me sentó fatal.

Nos fuimos al sofá y empezamos a darnos besos. Pero era muy incómodo y no podía encontrar la postura. Además sudaba como un condenado por culpa de aquel guiso. Ella me dijo: "Bueno, también tenemos camas". Y me llevó al dormitorio de una tía que vivía con ella. Una habitación grande y oscura. Sin decir nada, empezó a desnudarse. Yo me quedé hechizado. Tenía un cuerpo largo y blanco, estilizado e infantil, pero con unos pechos grandes y sensuales. Era una mezcla entre adolescente y diosa griega. Cuando me desnudé me dijo: "Oh, estás muy delgadito".

Fue un desastre, como todas mis primeras veces. Pero creía estar soñando al tener aquel cuerpo en mis manos. Su sexo olía perfumadamente, su tacto era suave y delicado. Suspiraba y se abrazaba a mí, que seguía sudando y tenía ganas de vomitar. Me hundía contra sus pechos intentando reprimir la eyaculación precoz que parecía irremediable.
Y en aquel momento se escuchó el retumbar de una puerta. Ella se levantó de golpe. "¡Mi tía!"

Saltó de la cama y empezó a vestirse a toda prisa. "Toma, sal por aquí" me dijo abriendo una ventana. Casi desnudo, todavía erecto, huí como pude. Y encima me dejé las gafas. Pero aun así, fue la experiencia de cuerpo más bonita de mi vida.