domingo, abril 24, 2011
TEORÍA DEL PLACER
Todos los años de la escuela aprendiendo cosas difíciles y que luego no han servido para nada, como la trigonometría o la tabla de los elementos químicos, pero no nos dijeron ni una palabra sobre temas que necesitamos cada día. Imprescindibles, básicos. Somos analfabetos en cosas del cuerpo, del placer, del sexo y del amor.
Por ejemplo, ¿quién sabe cuáles son los cuatro grandes placeres? Y no me refiero a placeres concretos, sino a principios de placer. Son básicos, porque están en el erotismo, pero también en el arte o la literatura. Son universales.
El primero es el placer de anunciación. Qué escalofrío deleitoso produce la mujer hermosa que sabemos se va a desnudar. Cada paso, cada insinuación que haga, nos aumenta ese capital de placer. Lo mismo que cuando van a besarte en una parte muy sensible, y lo estás esperando con ansia. El buen amante da un rodeo, va acercándose lentamente, lo prepara con caricias. El placer que anuncia el placer a veces es más placer que el placer mismo.
El segundo es el placer de captura. Cuando entras en una historia, conoces algo, o cuando directamente penetras en el cuerpo amado. Sientes que has capturado aquello que deseabas y ello te da un gran placer.
Subsiguiente es el placer de repetición. Vuelves una y otra vez al mismo sitio, como ocurre con la música. Cuando el motivo de una sinfonía se va repitiendo estratégicamente, levantando el interés y el placer cada vez. O la fricción entre los sexos, que se quiere eterna.
Y el último, que todos podemos entender, es el placer de conclusión. Vale para el final de una ópera, para el último párrafo de uan novela, la escena final de una película, o el orgasmo compartido entre gemidos y estremecimientos. Concluir bien algo, saber coronar todas las especttivas y cerrar los lazos abiertos, es un arte. Sea donde sea.
Practica, descubre, no seas un analfabeto del placer.
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3 comentarios:
Muy buena teoría. Y qué cierto es que no nos enseñan nada de estas cosas, oye. Así vamos luego en nuestras relaciones... qué penica.
Qué razón tiene esta teoria. Muy buena!
totalmente de acuerdo pero, cuando uno se enamora de los de "al ataque" y se dan el atracón, así sin más miramientos y por mucho que le digas que así no, que de esta otra forma, no les entra en la cabeza, pero caminando se hace camino.
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