jueves, octubre 22, 2009

DESNUDA





Hay un punto de confluencia y al mismo tiempo de confrontación entre hombres y mujeres. El hecho de que ellos quieren desnudarlas y ellas a veces quieren y otras no.

Una amiga mía me escribió: "En el fondo, creo que todas las mujeres han fantaseado alguna vez con bailar desnudas delante de un grupo de hombres".


No puedo decirlo porque no soy mujer. Pero sí que advierto algo muy especial, diría que casi simbólico, en el hecho de una mujer que se muestra desnuda. En cierta manera es una metáfora de la revelación, de la verdad, de los contenidos ocultos.

Un baile de los siete velos supone una especie de inicación, una búsqueda de lo escondido, de un valor casi metafísico.

Es una pena que en el tratamiento erótico eso se olvide casi siempre, para caer en la instintividad más directa y brutal.

Porque desde el punto de vista artístico, simbólico e incluso espiritual, una mujer que se muestra desnuda delante de unos hombres que la admiran se eleva inmediatamente a la categoría de ángel, de diosa.

Eso explica por qué, a nivel profano y grosero, se emplea tanto en revistas y películas este recurso.

2 comentarios:

Six X dijo...

Nos gusta que nos admiren. Hay algo muy sensual en el hecho de mostrarse desnuda. Ver la mirada de deseo en el/los otros/s nos satisface. Nos hace sentir hermosas.

Nuria dijo...

Es cierto, la verdadera belleza se muestra a través de los ojos de nuestra pareja. Su mirada será la que nos haga disfrutar de nuestra desnudez.